Infección urinaria en los niños - ¿Cuándo deben preocuparse los padres?
Cómo saber si tu hijo presenta infección urinaria y qué debes hacer para aliviarla
- Causas de la infección urinaria en los niños que preocupa a los padres
- Síntomas que alertan sobre la presencia de infecciones urinarias en niños
- Diagnóstico y tratamiento de las infecciones de orina en los niños
La infección urinaria es una de las dolencias más habituales en la infancia, solo por debajo de los catarros y las enfermedades respiratorias. Por lo general, afecta a la vejiga y a las vías urinarias, pero también puede llegar a los riñones. Este tipo de infección aparece en un 6 por ciento de los niños menores de un año. A partir de los 3 años, la enfermedad se da con mayor frecuencia a las niñas, hasta cinco veces más. Lo mismo sucede en niños que han sido circuncidados u operados de fimosis, que reducen la incidencia de la infección de orina entre 5 y 20 veces. Así que ante una infección urinaria en los niños - ¿Cuándo deben preocuparse los padres?
Causas de la infección urinaria en los niños que preocupa a los padres
Las infecciones de orina suelen estar provocadas por una causa bacteriana, la más común es la bacteria escherichia coli. Estos patógenos, que se encuentran por lo regular en la piel alrededor del ano y de la vagina, llegan a la vejiga y a las vías urinarias provocando una inflamación general de la zona. De igual forma, algunos recién nacidos pueden llegar a presentar el llamado reflujo vesicoureteral.
Dicha afección permite a la orina volver hacia los uréteres y los riñones, lo que causa infecciones al poco tiempo de nacer. Otras causas frecuentes son una mala higiene en el cambio de los pañales o a la hora de ir al baño, el uso de prendas de vestir muy ajustadas o retener demasiado la orina en la vejiga. Además, existen factores anatómicos o hereditarios que predisponen a tener infecciones urinarias recurrentes.
Por ejemplo, existen anomalías en el tracto urinario, malformaciones congénitas o antecedentes familiares, lo que puede aumentar el riesgo. También influye el estreñimiento frecuente, ya que al presionar la vejiga esto puede dificultar su vaciado completo, generando un ambiente favorable para la proliferación de bacterias, dando lugar a una infección incluso en el tracto urinario superior.
Síntomas que alertan sobre la presencia de infecciones urinarias en niños
En los niños pequeños, los síntomas de infección urinaria varían mucho, incluso pueden llegar a no aparecer. Por lo general, los pequeños presentan:
- Fiebre
- Falta de apetito
- Dolor al orinar y en la zona lumbar
- Vómitos
- Orina turbia o con sangre
Aunque no es frecuente en los niños que esta dolencia llegue hasta los riñones, en el caso de producirse, los síntomas anteriores se agravan, sobre todo la fiebre, los vómitos y los dolores en la parte baja de la espalda y el abdomen. Algunos bebés pueden manifestar la infección urinaria con señales menos específicas, como irritabilidad, llanto constante, cambios en el color y el olor de la orina.
En niños que ya controlan sus esfínteres, es común que vuelvan a tener escapes de orina o urgencia por ir al baño. Es importante observar estos cambios y no pasarlos por alto, ya que podrían ser las primeras señales de una infección. Aparte de la higiene adecuada y los controles médicos periódicos, los especialistas también recomiendan fomentar hábitos como:
- No retrasar la micción y enseñar a los niños a ir al baño tan pronto tengan ganas
- Aumentar la ingesta de agua y limitar bebidas con cafeína
- Evitar jabones perfumados en el área genital que alteren la flora bacteriana natural
- Observar cualquier cambio en la frecuencia urinaria o el uso del baño del niño
En niñas, es común que la infección se relacione con que ya vayan solas al baño, por lo que es fundamental que te asegures de acompañar a tu hija durante este aprendizaje para asegurarte de que se limpia en la dirección correcta y se lava las manos al terminar. Si por alguna razón notas uno o más síntomas de infección, llévala a su pediatra para que trate el problema.
Diagnóstico y tratamiento de las infecciones de orina en los niños
'Mi hija tenía apenas 2 años cuando empezó a tener fiebre constante sin motivo claro', explica Mariana, mamá de Valentina. 'Después de varios días de ir y venir, su pediatra solicitó un análisis de orina completo y confirmó que tenía una infección urinaria. Yo no sabía que la fiebre era síntoma de eso. Le mandaron antibióticos, y aunque fue difícil que tomara la medicina, en unos días mejoró', cuenta esta mamá.
Sin embargo, para Mariana 'lo más importante fue que me enseñaron cómo evitar que volviera a pasar: debía cambiar a Valentina más seguido, limpiarla bien y no dejar o pedirle que se aguantara las ganas de hacer pipí. Desde entonces, soy mucho más cuidadosa con ella y me mantengo vigilante de sus hábitos de higiene. Fue un gran alivio saber qué era exactamente lo que sucedía', explica.
Para diagnosticar la infección urinaria de Valentina se necesitó de una muestra de orina, lo que resultó un poco complicado porque los niños de su edad aún utilizan pañal. En estos casos puede emplearse una sonda o recoger la orina con una inyección directamente desde la vejiga. 'Esa fue la parte más complicada para mí porque Vale no avisaba cuando tenía ganas, así que optamos por una sonda', dice Mariana.
Es fundamental que el tratamiento con antibióticos sea rápido para evitar que la infección llegue hasta los riñones. Los recién nacidos pueden requerir hospitalización y recibir los antibióticos por vía intravenosa. Los bebés y niños mayores tomarán la medicación por vía oral. En algunos casos, el médico puede indicar análisis de sangre, ecografías renales o estudios más avanzados para descartar reflujo urinario.
'Una vez controlada la infección de Valentina, el pediatra me explicó que es frecuente que las infecciones de orina se repitan, por lo que era probable que mi hija necesitara antibióticos durante muchos meses, incluso uno o dos años', finaliza Mariana. Por eso, es importante que los padres enseñen a los pequeños la forma adecuada ir al baño y de limpiarse, de adelante hacia atrás para evitar el paso de las bacterias.
Asimismo, se debe vestir al niño con ropa interior de algodón, evitar prendas ajustadas y cambiar el pañal con frecuencia para reducir las probabilidades de reinfección. Durante el tratamiento, el niño debe beber abundante agua para favorecer la eliminación de bacterias, evitar bebidas azucaradas y consumir frutas ricas en agua como la sandía o el melón para complementar el cuidado en casa.
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Bibliografía
- Rodríguez Fernández, L.M, Gracia Manzano, S. (2008) Diagnóstico y tratamiento de la enuresis nocturna. Protocolos Diagnóstico Terapeúticos de la AEP: Nefrología Pediátrica. Asociación Española de Pediatría (ed.) España, pp. 116-126 Disponible en https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/10_3.pdf