Cómo tratar los piojos durante la lactancia sin poner en riesgo al bebé

Es común ver que los niños, sobre todo los que asisten a la escuela o al jardín de infancia, en algún momento presenten pediculosis, es decir, que estén infectados por piojos. Las madres se asustan porque pueden contagiarlo al resto de la familia, pero sobre todo se preocupan si en la casa hay madres que están dando el pecho. ¿Cómo hacer frente a este contagio? Aquí, cómo tratar los piojos durante la lactancia sin poner en riesgo al bebé.

¿Se puede contagiar de piojos la madre durante la lactancia materna?

Estos pequeños animalitos (miden alrededor de 2,5 mm), necesitan alimentarse de sangre humana varias veces al día, por lo que no son capaces de sobrevivir fuera del cuerpo humano más de dos días. Contrario a lo que muchas veces se cree, no vuelan ni saltan, pero sí se desplazan rápidamente de un cabello a otro cuando estos están secos.

Tampoco son sinónimo de mala higiene, pues los piojos hembra prefieren el cabello limpio para depositar allí sus huevos, muy cerca del cuero cabelludo (aproximadamente de 3 a 4 mm), junto a una sustancia insoluble al agua, similar a un pegamento de color gris gelatinoso. Al estar cerca del calor humano y la humedad, se facilita su incubación.

El síntoma más frecuente es el prurito en el cuero cabelludo, detrás de las orejas, en la nuca y la coronilla, pero puede tardar de 4 a 6 semanas en aparecer desde la llegada del primer invasor. También puede generar dolor de cabeza, malestar e irritabilidad en casos extremos de infestación de piojos. Se contagian fácilmente, mediante el contacto directo entre las personas.

Por tanto, quienes están alrededor de una persona que tenga liendres (larvas de piojo) o piojos adultos, probablemente, también los tenga. Muchas mamás con niños en edad escolar también se ven contaminadas. La alarma surge cuando en casa están el hermanito más pequeño y su mamita, que aún le da pecho. Siempre se piensa en un tratamiento natural, que sea inocuo para el organismo.

Tratamientos para los piojos sin riesgos para bebés y madres lactantes

Es importante recordar que los piojos NO transmiten enfermedades. Sin embargo, el rascado continuo sí que puede causar heridas en el cuero cabelludo, lo que aumenta el riesgo de infecciones bacterianas secundarias. En estos casos, es recomendable consultar al médico para determinar si es necesario aplicar un tratamiento adicional y evitar complicaciones.

En niños menores de 2 meses (si el lactante también tiene piojos o liendres), no se recomienda la aplicación de ningún producto. Para ellos, solo queda la alternativa de eliminación manual, ya que en la mayoría de los casos tienen poco cabello. Tampoco es difícil realizar la eliminación mecánica, aún en casos de cabellera más abundante, debido a que su pelo es muy delgado.

El método mecánico consiste en el peinado con un peine especial, denominado liendrera, que tiene una separación estrecha entre sus dientes con la finalidad de extraer los piojos del cabello. El peinado debe realizarse con el cabello húmedo por 15 minutos y repetirse cada dos días por dos semanas. Este método es para personas con contraindicaciones a tratamientos farmacológicos, alergia o embarazo.

Además de estos métodos, para la madre lactante, está el tratamiento farmacológico. Aunque existe en el mercado una gran variedad de productos que ofrecen acción eficaz frente a los piojos, es importante saber que la permetrina es la sustancia de la que se conoce más información y estudios sobre su eficacia, por lo que se recomienda adquirir un producto que la contenga en una concentración del 1 por ciento.

Algunos consejos para evitar el contagio y la reinfestación de piojos

Otras alternativas seguras incluyen la dimeticona y el aceite de árbol de té en concentraciones adecuadas. La dimeticona es una silicona que recubre los piojos y los asfixia sin usar insecticidas, lo que la hace una opción segura para madres lactantes y bebés. El aceite de árbol de té, en concentraciones bajas y diluido, puede ser útil como preventivo, aunque su efectividad es motivo de debate entre especialistas.

Por otro lado, la permetrina está contenida en productos especializados, mezclada con otros componentes, generalmente con butóxido de piperonilo que, si bien potencia el efecto de la primera sustancia, se considera de riesgo 1 durante la lactancia. Aunque hay pocas probabilidades de que llegue a la leche, es mejor escoger un producto que solamente contenga permetrina sin combinar con otras sustancias.

Se recomienda una segunda aplicación del tratamiento de 7 a 10 días luego de la primera, ya que estos productos no son 100 por ciento ovicidas, es decir, que no eliminan la totalidad de los huevos o larvas a la primera aplicación. También es recomendable que la madre mantenga el cabello recogido los días de su tratamiento, para evitar que el bebé lo toque y esté en contacto con esta sustancia.

Otros consejos para prevenir el contagio y la reinfestación son:

• Lava las sábanas, fundas de almohada, gorros y toallas con agua caliente
• Pasa la aspiradora por sofás y alfombras donde haya estado la persona afectada
• Evita compartir cepillos, peines, gorros o almohadas entre los miembros de la familia
• Ata el cabello largo en una coleta o trenza para evitar el contacto con otras personas

Como medida preventiva, es importante revisar el cabello de los niños con frecuencia y, si se detecta la presencia de piojos, aplicar un tratamiento a todos en casa y avisar al lugar o institución a la que asista, para la revisión y tratamiento simultáneo de los niños. Si el problema persiste o los tratamientos convencionales no parecen ser efectivos, es recomendable acudir a un especialista en salud capilar o dermatología.

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